
La semana anterior se cumplieron 2 años de un triunfo electoral que marcó un cambio de paradigma en Argentina. En este contexto, la última edición del Break Financiero se centró en mirar con perspectiva un punto clave: cómo fueron estos dos años desde el cambio político de 2023 y qué señales deja hoy el proceso económico.
Un giro político que reordenó el tablero
El aniversario del triunfo de Javier Milei marcó el eje del análisis. Ese punto de inflexión redefinió la macro, la manera de hacer negocios y la relación con el exterior. Los primeros dos años del gobierno estuvieron signados por un foco claro: estabilizar la economía, bajar la inflación y recomponer los precios relativos.
Hoy el desafío cambia. La inflación retrocedió como problema principal y emergió otra demanda social: el crecimiento. El llamado “segundo tiempo” aparece más ligado a reformas estructurales (fiscales, laborales y de competitividad) que sostengan un rebote de la actividad.
Tasas, dólar y convergencias que ordenan la macro
Las tres variables que guían al mercado (inflación, tasa de interés y tipo de cambio) atravesaron un proceso de convergencia. La inflación mayorista ya corre por debajo del 2%, la minorista acompaña con rezago y noviembre muestra estacionalidad favorable.
El tipo de cambio, más volátil, alternó saltos y correcciones bajo un régimen de crawling y luego de flotación. Sin embargo, una dinámica quedó clara: la acumulación de reservas no vendrá por la cuenta corriente, sino por la cuenta capital, donde este mes se vio un récord de emisiones de ON. Ese flujo está contribuyendo a contener al MEP y al CCL, expandiendo la oferta de dólares financieros.
Renta variable: dos rallys que definieron el ciclo
Las acciones argentinas atravesaron dos momentos clave. El rally post elecciones 2023 y el rally más reciente tras el proceso electoral de este año. Entre ambos, correcciones profundas y recuperaciones rápidas que dejaron números excepcionales:
- Subas de más del 200% en bancos.
- YPF creciendo por encima del 250%.
- Empresas energéticas arriba del 150%.
El Merval alcanzó máximos históricos en pesos, aunque aún lejos en dólares. La próxima etapa depende de los balances del primer trimestre de 2025, donde debería empezar a reflejarse la reactivación.
Renta fija: de paridades de 25 a rendimientos de un dígito
En bonos, la normalización fue aún más marcada. Subas que fueron del 130% al 200% según tramos de la curva llevaron los rendimientos desde niveles de estrés (50%-60% anual) a tasas de un solo dígito.
Lo notable es cómo se dio este proceso: sin reestructuraciones forzadas, sin eventos traumáticos y con una estrategia de desactivación gradual de desequilibrios. Esto reabrió las puertas a los mercados internacionales: la Ciudad de Buenos Aires emitió bajo Ley de Inglaterra al 8,5%, algo impensado hace dos años.
Las ON también fueron protagonistas. La de Pampa Energía, una de las más demandadas, pagará un 33% acumulado entre 2025 y 2027. Crédito corporativo que vuelve a posicionarse como alternativa sólida.
Dos años en el mundo: Argentina volvió a destacarse
Comparado globalmente, el Merval fue líder entre los principales índices. Superó con amplitud al S&P, al índice chino y al Bovespa. La mitad del recorrido se dio en 2023 y la otra mitad este año, impulsada por el ciclo electoral.
Estados Unidos mantuvo su tracción por el peso del sector tecnológico, mientras que China y Brasil mostraron desempeños más moderados. La diferencia estuvo en la velocidad del repricing local y en la expectativa de reformas.
Panorama internacional: tecnología, tasas y señales de cautela
El cierre de la semana dejó un episodio que llamó la atención: Nvidia, que venía subiendo fuerte, corrigió abruptamente por un cambio en las expectativas de tasas en EE. UU. El mercado global muestra poco apetito por activos vinculados a inversión tecnológica y mayor demanda por consumo cotidiano, como lo reflejó la suba de Walmart.
Bitcoin también retrocedió. Y sigue presente un riesgo de fondo: el déficit fiscal crónico de Estados Unidos, que ya ronda el 7% del PBI. Ese factor sostiene el interés por oro y metales como refugio.
Conclusión
Dos años después, el mercado argentino muestra señales claras de normalización. La macro está más ordenada, la renta fija recuperó racionalidad y la renta variable sigue siendo un termómetro anticipado del rebote económico.
El desafío para 2025 será convertir la estabilización en crecimiento. Los inversores ya están mirando ese próximo capítulo.